Las personas que han tenido que convertirse en autónomos para emplearse o los que ya lo son desde hace años suelen cometer fallos que les perjudican a posteriori en el día a día de su actividad. Priorizar el dinero, confiarse o no saber vender son algunos de los diez errores más comunes.
Mikah de Waart, coach experto en motivación laboral, expone cuáles son estos errores y cómo se pueden evitar.
1. Antes de empezar necesitas un plan detallado. En la mayoría de las ocasiones pensamos que nuestra idea es la mejor. Creerlo de esta manera sin salir antes a la calle a comprobarlo puede tirar parte del trabajo hacia atrás. Lo más eficaz es asegurarse de que la iniciativa tenga la aceptación por parte de la población para comprobar su viabilidad.
2. Para empezar necesitas capital. No busques capital ni inversores. La inmensa mayoría de proyectos se pueden empezar sin inversión inicial o una inversión muy reducida. “Si piensas que lo primero que necesitas es capital tu idea no es buena”, comenta Mikah de Waart. Nadie va a invertir en una idea buena o en una bonita presentación ‘Power Point’. Solamente van a invertir en un producto que ya se ha demostrado que se puede vender y que se ha vendido. Mientras sigues con Internet y preparándote no vendes y nadie va a invertir. El dinero solamente viene a lo que ya se ha demostrado.
3. Realizar en primer lugar un estudio de mercado. Es un error empezar por realizar un estudio de mercado, incluso por formarse o buscar inversores, ya que se pierde mucho tiempo en ello. En el momento en que se habla con los primeros clientes es cuando uno se da cuenta de que necesitan un ajuste o un enfoque distinto de lo que tú habías preparado durante tantos meses.
4. Enfocar todo en Internet y redes sociales. Aunque cada vez haya mayor tendencia a llevar el negocio al sector online, no es recomendable centrarlo únicamente hacia Internet. El medio puede ayudar a impulsar el negocio pero el trato directo con el cliente siempre ayuda a mantener las relaciones y entender mejor sus necesidades.
5. No cuidarse emocionalmente. No ayudas a nadie si te vas a quemar. Eres empresa y persona al mismo tiempo. Si tu trabajo va mal afectará a tu vida personal. Pero si emocionalmente no estás bien, nadie te va a comprar.
6. Tener miedo o no saber vender. Comenzar con dudas un proyecto es lo más lógico, pero tener miedo o no saber vender es un error. A todos nos asusta no saber cómo irá la iniciativa, pero para asegurar su éxito se debe saber cómo vender y presentar el producto o servicio. Se trata de una mezcla entre actitud y conocimiento de las necesidades del público a quien vayas a dirigirte.
7. Pensar que amigos y conocidos te van a ayudar. Los amigos solamente te van a decir que tu idea no funciona, cosa que no ayuda en absoluto. Ir a buscar gente te prepara a salir de tu zona confort y hacer lo que más miedo da: salir y empezar a vender.
8. Pensar que ser buen profesional es suficiente. Además de tener experiencia en el sector, hay que tener conocimiento del mercado al que nos vamos a dirigir. Creer que con ser buen profesional es suficiente es un error que nos hará distanciarnos del público objetivo.
9. No disfrutar de lo que haces, hacerlo solamente para ganar dinero. “Lo más importante es buscar una actividad que te atraiga y convertirla en un plan de negocio rentable”, comenta Mikah de Waart. A continuación, comenzar a venderlo hablando a diario con personas desconocidas sobre tu proyecto por si pudieran estar interesados, conocer en qué momento les interesaría y a qué precio. Tras haber hablado con ellas, sabrás si tu idea puede funcionar, si requiere cambios o si va a ser una pérdida de tiempo.
10. Pensar que con tu actual base de clientes puedes sobrevivir. Si llevas años en el mercado es posible que te fíes demasiado de tus clientes. A diario se pierden grandes cuentas que suponen problemas de liquidez para la empresa y conllevan un sobre esfuerzo para encontrar nuevos clientes. La facturación de muchas personas depende de uno o dos clientes importantes. Reserva tiempo para ponerte en contacto con clientes nuevos. Si dejas que se te vaya un cliente, tardarás fácilmente 6 meses en recuperar el dinero de otros nuevos, 3 meses para encontrar un cliente nuevo y 3 más para cobrar tu primer trabajo.