Las organizaciones necesitan establecer indicadores, medir su actividad, su rendimiento, la satisfacción de los diferentes Grupos de Interés. El grado de desarrollo del sistema de indicadores refleja el grado de madurez de las organizaciones y su calidad es vital para la buena gestión de la organización y la toma de decisiones.
Ser excelente implica llevar a cabo mediciones periódicas tanto de los enfoques aplicados (planificación de las actividades) como de su desarrollo (despliegue) con el fin de disponer de datos objetivos que sustenten el avance de la organización hacia la sostenibilidad excelente (alcanzando objetivos propuestos).
Establecer un sistema de indicadores no es una tarea fácil, ni se crea de la noche a la mañana, es necesario mejorarlo y refinarlo, y esto se consigue a lo largo del tiempo, en la medida en la que se gana experiencia en el tema. La gestión no se mide con un indicador, sino con un sistema de indicadores relacionados con diferentes aspectos de la misma, que nos permita tomar decisiones.
Los datos permiten a las organizaciones analizar dónde están y hacia dónde van con respecto a su misión, visión , estrategias, permiten la evaluación de programas específicos….
El establecimiento de indicadores va a permitir:
- Fijar objetivos: Establecer objetivos y planes de futuro acordes a la realidad de la organización.
- Evaluar personas: Evaluar y conocer con objetividad el trabajo de las personas y equipos de mejora implicados en la organización.
- Eficacia y eficiencia: Gestionar con mayor eficiencia y eficacia los recursos de la organización.
- Análisis de la situación: Analizar la situación actual de la organización y de sus procesos basadas en hechos y datos.
«Solo lo que se mide, se puede mejorar».