Si tu empresa presta servicios es posible que también debas contabilizar existencias si trabajas en proyectos e incurres en gastos todavía no facturados porque por ejemplo el proyecto se factura a su finalización.

existencias

Trabajo por proyectos: Aunque tu empresa preste servicios y no disponga de almacén, al cerrar la contabilidad tenemos que comprobar si hemos de contabilizar variación de existencias. Esto ocurrirá si trabajas por proyectos dado que no contabilizarás la venta hasta que acabe el trabajo, por lo que deberás activar los gastos imputables hasta final de año.

En estos casos, cuando cierres la contabilidad, deberás activar como existencias los gastos imputables a los diferentes proyectos que todavía no hayas podido facturar. Cuando finalices el proyecto y contabilices el ingreso por ventas, podrás dar de baja dichas existencias y computar el gasto, de forma que cumplirás con la obligación legal de que los ingresos y gastos se computen en el mismo ejercicio.

Ejemplo: tu empresa se dedica a la ingeniería industrial y en el segundo semestre del año comienza un proyecto que no estará terminado hasta el año siguiente, a fecha 31 de diciembre hay que imputar gastos a dicho proyecto (salarios, material de oficina, gastos de desplazamiento, maquetas…) como variación de existencias.

Trabajos continuados: Si la prestación de tus servicios es continuada (asesoría, limpieza…) no deberás contabilizar estas existencias porque tu derecho a cobrar los servicios prestados hasta el 31 de diciembre ya se ha facturado (siempre que se facture mes a mes). Por tanto, deberás contabilizar los ingresos que se hayan devengado hasta ese momento (aunque los cobre en el mes siguiente), y no tendrás ningún problema para deducirse todos los gastos contabilizados.