Las Organizaciones Excelentes gestionan, desarrollan y hacen que aflore todo el potencial de las personas que las integran, tanto a nivel individual como de equipos o de la organización en su conjunto. Fomentan la justicia e igualdad e implican y facultan a las personas. Se preocupan, comunican, recompensan y dan reconocimiento a las personas para, de este modo, motivarlas e incrementar su compromiso con la organización logrando que utilicen sus capacidades y conocimientos en beneficio de la misma.
En el criterio personas se estudia lo que la organización hace para mejorar y trabajar con todo el potencial que tienen sus personas. La efectividad de la política y la gestión del personal se mide a través de los indicadores de rendimiento del subcriterio 7b y los resultados en la percepción de las personas a través del subcriterio 7a.
La gestión de las personas incluye lo que, tradicionalmente, se ha entendido como gestión de recursos humanos en cuanto a la selección (3a) siempre en una perspectiva de planificación, gestión y mejora, pero, además, el desarrollo del conocimiento y la competencia de las personas (3b), su participación y asunción de responsabilidades (3c), la comunicación y el diálogo interno (3d) y el reconocimiento (3e).