Desde el 1 de enero de 2013 los premios de la Lotería de Navidad, Cruz Roja, ONCE y los de determinadas loterías autonómicas han dejado de estar totalmente exentos en el IRPF, y estarán sujetos a una tributación fija del 20%.
En concreto, sólo están exentos de IRPF los primeros 2.500 euros obtenidos por cada apuesta o décimo premiados.
Hay que tener en cuenta que el pago del impuesto especial del 20% no se efectúa a través de la declaración del IRPF, sino mediante una retención realizada en el momento del pago por el banco depositario de los décimos. En ese momento deberá identificarse a los agraciados para que el banco o la administración de lotería comuniquen dichos datos a Hacienda.