En las últimas décadas, los investigadores que trabajan en el campo de la dirección han tratado de bucear en la búsqueda del mejor estilo del liderazgo. Sus esfuerzos confirman de una manera evidente que no hay un cierto estilo de liderazgo válido en cualquier situación, los dirigentes que han triunfado en la vida empresarial y de las organizaciones han sido aquellos que han sabido adaptar su comportamiento a las circunstancias de la situación característica y propia que vivían.
Como consecuencia de esta intensa investigación se ha llegado a diseñar una teoría del liderazgo situacional que ayudará sin duda a los mandos en el diagnóstico de las exigencias de su situación. Esta teoría se basa en dos variables:
- La cantidad de dirección (conducta de tareas).
- La cantidad de apoyo socio – emocional (conducta de relación) que el líder debe proporcionar, para una situación, dado el “nivel de madurez” de sus colaboradores o del grupo.